CALAMOCHA EN LA HISTORIA
Calamocha, encrucijada de
caminos y crisol de culturas, se asienta a 900 metros de altitud, al lado mismo de la
carretera nacional 234 entre Teruel y Zaragoza. Por este mismo punto pasaba hace 2000
años la calzada romana que unía Zaragoza y Córdoba. De aquella época se conserva en
perfecto estado el bello puente romano sobre el río Jiloca.
Los árabes permanecerán aquí durante ocho siglos. Nos dejarán buena parte de su
cultura, desarrollarán un complejo sistema de acequias de riego y hasta darán nombre a
la población Calatmussa "Castillo de Muza".
El Cid Campeador asentará aquí sus cuarteles sobre el alto de El Poyo donde celebrará
la fiesta de Pentecostés del año 1089. A escasa distancia librará la famosa batalla de
Tevar contra Ramón Berenguer II Conde de Barcelona. Alfonso I "El Batallador"
cristianizará estas tierras a partir de 1123 repoblándolas con sus leales navarros y
gascones. En 1222 tendrá lugar en Calamocha un dramático encuentro entre Jaime I
"El Conquistador" y D. Pedro de Ahones, a quien el joven monarca tanto estima
pero que disiente de la política del Rey en relación a la expansión hacia el
Mediterráneo.
El el siglo XV fue escenario de
otro episodio con ocasión de los disturbios provocados contra Juan II por su hijo el
Príncipe de Viana que se había aliado con Enrique de Castilla. El 16 de diciembre de
1706 se dio una terrible batalla entre las tropas del archiduque Carlos y los partidarios
de Felipe V en la llamada guerra de Sucesión tras la muerte del último de los Austrias.
La suerte favoreció a los carlistas, quedando el campo de batalla sembrado de cadáveres
de ambos bandos.
Fernando VI visitará el
convento seminario de franciscanos, dejando en recuerdo de su visita, un cáliz que se
conserva en la Parroquial de Calamocha.
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PATRIMONIO ARTÍSTICO
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Plaza de Bartolomé Esteban. |
Comúnmente Plaza
del Peirón. Centro neurálgico de la villa, recibe ese nombre por el monolito allí
emplazado hasta mediados de los años 60. |
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Monumento al Bailador |
Excelente composición en hierro forjado del artista José Gonzalvo,
en la que inmortaliza la tradición del folklore de la localidad. |
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Casa solariega de los Rivera |
Ubicada en la plaza del Peirón, con fachada toda en
piedra canteada; es probablemente la casa más antigua de la localidad. Tiene en el patio
un interesante pavimento formado cuadros y estrella central |
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Calle Ilarza |
Angosta y típica calleja del casco viejo que conserva el topónimo
de los antiguos gremios allí instalados |
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Casa Valero de Bernabé |
Interesante edificio del siglo XVIII, con fachada de piedra y
ladrillo, escudo nobiliario, galería corrida y alero en madera labrada. Muy destacable su
patio con escalera imperial y estípies. |
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Casa Marina |
Singular edificio del siglo XIX con fachada en piedra y ladrillo. En
ella vivió el insigne maestro D.Manuel Marina, compositor de la música del baile de San
Roque. |
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Arrabal |
Lo que fuera ensanche de la población en el siglo
XVI, habitado en un principio por mudéjares, convertido posteriormente en barrio
agrícola, es hoy próspera y populosa barriada por cuyos angostos callejones aún se
delata el tipismo de sus orígenes. |
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Ermita del Santo Cristo |
Construcción del siglo XVIII en forma de cruz latina. Contiene
frescos de finales del XIX, de Salvador Gisbert. |
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Centro cultural José Lapayese |
Moderna construcción dotada de biblioteca, salón
de actos, sala de música y danza, servicios anexos, emisora de radioaficionados;
conservando en una de sus salas, todos los trofeos conseguidos por el club de fútbol
local. |
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Fuente del Bosque |
Con centenarios ejemplares de acacia blanca y desde
donde se arranca un romántico paseo hasta el viejo molino bordeando el Jiloca, con
abundancia de chopos, sauceras, cipreses, nogueras y sauce silvestre. |
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Puente Romano |
Construido en el siglo I de nuestra era, formaba parte de la
calzada de Zaragoza a Córdoba. Con sus 2.000 Años es el monumento más antiguo de la
localidad. |
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Convento de San Miguel |
Edificio del siglo XVII construido sobre un antiguo batán. En su
capilla puede admirarse su retablo mayor de estilo manierista y la famosa talla del
Ecce-Homo. |
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Casa Vicente de Espejo |
Edificio del siglo XVII, popularmente conocido como casa de los
Angulos. Fachada en piedra y ladrillo con heráldica y porxo corrido, estilo
aragonés. Tiene en la actualidad expediente para su declaración de monumento. |
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Casa Tejada |
Unida a la anterior y del mismo estilo. Portada manierista, conserva
igualmente heráldica, balcones y bella rejería. |
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Calle Morería |
Típica vía de sinuosas curvas, algunas de sus casas conservan sus
accesos con arco de medio punto. Fachadas enlucidas con predominio de colores pastel. A la
altura del nº 21, era donde se cobraban los diezmos y primicias. |
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Calle Castellana |
O también llamada de los Santos, en honor de los copatrones Fabián
y Sebastián. Como en ninguna otra calle, hay abundancia de los típicos balcones. |
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Parroquial de Santa María la Mayor |
Monumental fábrica del siglo XVI, con portada retablo y baldaquino
dieciochesco. Alberga dignísimos retablos en estilo renacimiento, barroco, rococó y
neoclásico. |
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Casa Consistorial |
Notable construcción de nueva planta, inaugurada el 23-4-1982, en
cuyo interior se guardan sendos cordobanes, regalo del calamochino universal D. José
Lapayese Bruna. |
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Casa Rivera |
Construcción de 1783 en forma de L cerrando la Plaza de España. Su
fachada muestra pilastras jónicas de orden gigante y alero con modillines. El patio
pavimentado en piedra formando estrellitas y sobre el hueco de escalera saoma el
escudo familiar pintado al fresco. |
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Ermita de San Roque |
Situada en dirección a Zaragoza a un kilómetro de la población.
Data del siglo XVII y es obra del Melchor de Luzón. Es lo único que se conserva de lo
que fuera antiguo convento seminario de franciscanos. |
Las primeras jotas del año suenan la noche de Reyes
en la ronda que realizan los Quintos. Por Semana Santa centenares de cofrades, que
integran la 9 cofradías y la Antigua Hermandad de la Sangre de Cristo, procesionan
imágenes de los siglos XVII y XVIII con acompañamiento de carracas, matracas y bandas de
cornetas, tambores y bombos.
Para san Jorge se entregan los
Premios Batallador. En el primer domingo de mayo tiene lugar la romería al Cerro de Santa Bárbara, desde donde se divisa un
magnífico panorama del Valle en primavera. En el corazón de agosto, y con motivo de las
fiestas Patronales, Calamocha revive lo más genuino de sus tradiciones con el típico
Baile de san Roque y los famosos Dichos. Entre finales de agosto y primeros de septiembre
tiene lugar la arraigada Muestra Internacional de Folclore.
La centenaria Feria de Todos los
Santos ha dado paso a Expo Calamocha, espléndido escaparate donde cada año se da cita lo más novedoso de los
sectores agrícola, ganadero, industrial y comercial.
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GASTRONOMÍA
 Mención especial merecen los embutidos, las conservas y el renombrado jamón de
Teruel que en Calamocha adquiere carta de presentación, ante la multitud de
establecimientos que a un lado y otro de la carretera ofrecen este producto.
Entre la variada y rica
gastronomía, tienen fama las borrajas,
las judías de ayuno y el cardo de Navidad. Todo ello dentro de una extensa oferta de
productos de la vega que por sus
especiales condiciones climáticas y la bondad de la tierra alcanzan un toque de exquisito
sabor.
Las postas de bacalao, huevos al
salmorejo, ternasco al horno con patatas a lo pobre, son platos muy solicitados que
entroncan con lo más autóctono de la gastronomía. Destacan en repostería las afamadas
escaldadas, magdalenas y tortas huecas, así como los pasteles borrachos y los solicitados
merengues y Sanroquinos de Calamocha.
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EXCURSIONES
Para la localidad supone un legítimo orgullo el alto
nivel alcanzado por la hostelería. Junto a los establecimientos del interior de la
población, media docena de hoteles y hostales se ofrecen al lado mismo de la carretera,
logrando en su conjunto una capacidad de más de 300 camas.
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